Cuarenta y siete

Madre magnifica, el padre no hirió como el hijo.
Hijo extraviado… nada hay parecido, nada igual.
Dañada en lo profundo… sin regreso… sin vuelta
Sin pérdida, desaparece y sin modo de llegar…

Cuarenta y seis

Nena llorante entristece…
Temprano acunando dolor.
Pronto cerca de la muerte.
Melancolía y horror.

Cuarenta y cinco

Buscabas apretar y endurecerte.
Tal vez te equivocabas al soñar.
Tal vez sería mejor cantar alegre
Tal vez será mejor silvar…

Cuarenta y cuatro

Harta de sufrir y ahogando penas…
Esperas, esperando… a esperar.
Tal vez así demores el calvario…
Tu vida es tuya… tu sabrás.

Cuarenta y tres

Crisis, dolor, crecimiento…
Heridas que requieren tiempo y paz.
Juventud pendiente de tu vida.
Sueños necesarios y mañana quien dirá…

Cuarenta y dos

Escondes y amordazas tus sentidos.
Acunas a los otros mientras tú
te dueles y te duelen… tras el tul...
¿Que ha sido de tus sueños no vividos?

Cuarenta y uno

Actúas con sigilo y te amenazan.
Esperas silenciosa en tu rincón.
Acatas sin apenas revelarte.
Estás paralizada en tu balcón…

Cuarenta

Planeta amoroso… dios de la guerra
Ellos complicaron tu opinión.
Todo lo encontrado lo perdiste.
Todo lo vivido te arañó.

Treinta y nueve

Convive sin vivir por vivir.
Es posible un mundo amable?
Entrecruza dolor de si y no…
Sin saber que tiene… que perdió.

Treinta y ocho

Caída en el vacío… ni un segundo.
Mujer maravillosa en gran dolor.
En aras de imposibles, ara encuentra.
Promesa de rocío, sol, color.

Treinta y siete

Charol en llama, color y calor.
Sabor sin rama, canela y flor.
Buscando aromas de esperanza.
Encuentras la agridulce emoción.

Treinta y seis

Datos incompletos, sin preguntas.
Rincones indefinidos, sin lugares.
Relatos sin alegría. No hay respuestas.
Sin calle ni direcciones. No hay hogares.

Treinta y cinco

No regresas, estas harta.
No sabes por que y te dejan.
No entiendes de que… Y te esquivan…
No hay respuesta, no hay salida.

Treinta y cuatro

Olvido, olvido, te olvidan.
Espera, esperan, te olvidan.
Sonríes, sonrisas, te olvidan.
Heridas, te hieren, te olvidan.

Treinta y tres

Dolor profundo, distorsión maldita…
Tristeza, soñando que el te haría feliz.
Me hiere tu llanto y busco respuestas.
Te ingresan, te duele; vuelves a vivir…

Treinta y dos

Quisiera seguir siendo hija de su madre.
Se conforma formando parte de hermanas…
Salta de nido a nicho y luego a cama.
Y luego llora, y luego sueña y luego nada.

Treinta y uno

La peor soledad, la acompañada
El peor matrimonio, individual.
Cada uno a su tema, mientras sufres.
El oculta, ella olvida… ¡fobia y sal!