Ciento cincuenta y tres

Llora a espasmos, siente a golpes
Deambula sin descanso,
sin rumbo, derrotada…
Llueve y se empapa su alma

Ciento cincuenta y dos

Poco espero,  soñaba…
y ya ni sueño
Nada creo, creía…
y ya ni puedo, y ya... ni quiero.

Ciento cincuenta y una

Sonrosada sospecha de otra boca
Desdén con disfraz de ocupación
Incertidumbre y miedo: paralizan
Desea ignorar su posición

Ciento cincuenta

Idas y venidas: partida y regreso…
Carrusel de afectos, mil preguntas
Emociones inciertas ¡tan confusas!
Bloqueo, cambio, progreso…

Ciento cuarenta y nueve

Injusta infancia desprotegida
Sin cuidados, llena de olvido
Adolescencia triste, inadvertida
Suicidio, permanece el extravío 

Ciento cuarenta y ocho

Sin esperanza y no camina
Sin perspectiva y no ve vida
La furtiva pesadumbre anida
Déspota, la desazón domina

Ciento cuarenta y siete

Ayer amenazas, hoy silencios: inerte
Le acosa, quien cuida y vigila: inerme
Asco, sexo, muerte… cuchillo, indemne
Hija muerta y hermano y nieve… muriente

Ciento cuarenta y seis

Canjes de familia, saltos de trabajo
Desazón esparcida en cada paso
Emocionalmente turbada.
Ternura brutalmente quebrada.

Ciento cuarenta y cinco

Ataduras que no amarran.
Corazones que no aman
Realidades soñadoras
Costumbres deshabituadas

Ciento cuarenta y cuatro

Te creciste dulcemente en el camino
Bella madurez apaciguada
Exploraste desierta la alborada
Viste la sonrisa del destino

Ciento cuarenta y tres

Abandonos y agobiantes soledades
Interrumpido lazo, luego violentado.
Exterminadoras ansiedades
Apáticos desafectos sin latido. 

Ciento cuarenta y dos

¿Yo? "Ni contigo ni sin ti"
No puedo olvidarle…
Ni vivir con él.
Algo no funciona: yo.

Ciento cuarenta y una

Profundo llanto, intenso sufrimiento
Permanente daño  sin consuelo
Enajenación y dolor,  por posesiones.  
Humanidad en quiebra y enferma.

Ciento cuarenta

Los celos enloquecen sus sentidos.
Delirio, agresión, irrealidad
¿Demostrar fidelidad mediante hipnosis?
¡Jurarlo ante su dios y ante el altar!

Ciento treinta y nueve

Nada le calma, nadie le mima.
No le quería y se marchó.
Se fue con otra, pero es buen padre.
Ya no es mi tiempo, no más adiós.

Ciento treinta y ocho

“No hay más que basura entre nosotros”
“No puedo seguir viviendo así”
“Vengo cada día y no hago nada…”
“Tiro cosas sobre su cama… cuando se va…”

Ciento treinta y siete

Obsesiva inseguridad pretérita.
Amenaza provocando desazón…
Herida por todo lo esquivado.
No lograron conjurar tu confusión.

Ciento treinta y seis

Los cambios le perturban, siendo torre.
Los suyos desdeñaban su dolor.
"Son sueños y bobadas: fibromialgia”
"Todo está en su cabeza"; decreto él sin pudor.

Ciento treinta y cinco

Luna excedente de Sol, diosa aventurada.
Recompensada con fortuna y con futuro
Recuperada del vacío y del repleto.
Con camino, con respeto y con posibilidad de olvido

Ciento treinta y cuatro

Chiquilla ingenua y asustada
Topaste con un duelo en tu destino
Candorosa lealtad rescatada
Descubrirás consuelo en el camino

Ciento treinta y tres

Arista de dolores y chantajes
Leyenda dilatada y esparcida.
Doncella penitente de su vida
Intrusa alimentando otros pasajes

Ciento treinta y dos

Delicada instrucción y aprendizaje.
Gourmet exquisita de actitudes.
Mediando entre quereres y hermandades.
Desenmarañando herida y tutelaje.

Ciento treinta y una

Supiste hacer hogar de infierno.
Huidiza, inadvertida y vigilante.
Radiante mujer, tan resistente.
Llego la primavera a tu invierno.

Ciento treinta

Muda violeta arrinconada
Centella silenciosa adormecida
Espera temerosa la cosecha
Taciturno final, desgarrada vida

Ciento veintinueve

Quimeras y prodigios relatados.
Género arcilloso y profecía
Jilguero de alegría que amenaza
Precoz suplicio para su vida

Ciento veintiocho

Dulce compañía de otros miedos
Enseñando aprendías sufriendo
Error enmarañado de futuros
Firme compañía de tus miedos

Ciento veintisiete

El olvido no se deja ganar la partida
Aun caminando hacia pérdidas mayores…
Se ejercita en contar consigo misma
Intenta recrearse en las derrotas

Ciento veintiseis

De su gente salvadora
Generosa compartiendo horas
Entregada y cuidadora
Ni perdida ni encontrada

Ciento veinticinco

Abundancia y promesa rota
Dulzura con engaños extraviada.
Tanto dolor oculto y contenido
Extravío de consuelo adormecido.

Ciento veinticuatro

Canción rota de la felicidad
Libre con depresivas cadenas
Dueña desposeída de afectos
Huyendo de improvisados ideales